miércoles, 5 de marzo de 2014

Ya llega la primavera

The spring is coming... ¡Ah!, ¡qué recuerdos me trae esta frase!. El primer año que viví en Suecia la oí un millón de veces, y casi siempre en los breves momentos en los que salía el sol entre aguacero y aguacero. Me divertía muchísimo el optimismo de los suecos que en cuanto que veían un rayito de sol, aunque fuese a 10 ºC, se quitaban el abrigo y se ponían a tomar el sol en cualquier banco o terraza. Mientras tomaban un café y miraban al astro rey comentaban "the spring is coming...". Pocos minutos después solían llegar las nubes y el gris volvía a reinar sobre la ciudad. Este ritual empezó a finales de febrero y, si no recuerdo mal, hasta mediados de abril no llegó el tiempo primaveral sueco, es decir, bastante sol, pero sin perder de vista la lluvia.

Esta mañana, cuando he salido a la calle mi primer pensamiento ha sido "the spring is coming...". El sol lucía, no hacía aire y la energía invadía el ambiente. He sonreído mientras me decía a mi misma que había sido una buena alumna de la cultura sueca y que había interiorizado la frase y el sentimiento. "¡Bien, por fin un buen día!", he pensado. Y no me he equivocado. Hace un día precioso. He tenido que hacer unos recados por el centro y he disfrutado de admirar la arquitectura de muchos edificios y del olor y el color primaveral que impregna hoy a Madrid.

Una vez más he recordado mi estancia en Suecia y la sabiduría de sus ciudadanos. Disfrutar de las pequeñas cosas, saborear los deseos y ser optimistas. Una buena receta para ser feliz y vivir sin estrés.

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