jueves, 13 de febrero de 2014

14 de febrero: quiero soñar

Así es. Quiero soñar el 14 de febrero. Pero no en el sentido figurado y poético de la expresión. Literalmente quiero soñar.

Me explico. Es que estoy cansada. Como casi todas las mamás el sueño se acumula a mis espaldas, y me voy durmiendo por las esquinas, y, desde luego, por la noche en el sofá cuando trato de ver un poco la tele o una peli.

Esta mañana, mientras sentía la más absoluta pereza para ponerme en marcha y levantarme de la cama, le he dicho a mi marido: "sabes lo que me gustaría que me regalaras por San Valentín?". "¿Qué?", me ha contestado él muy contento, pensando que le iba a solucionar ese problemilla cotidiano y habitual, que es la elección de regalos. "Un día de hotel", le he replicado entre bostezos. "¡Ah, qué buena idea!, ha exclamado él. "No, no te hagas ilusiones, que no van por ahí los tiros", le he aclarado yo. "Me refiero a una jornada de hotel única y exclusivamente para dormir. Un cura de sueño". "¡Ja, ja, ja... vaya, vaya... pues no me parece tampoco mala idea", ha concluido él.

Yo creo que las cadenas hoteleras no se han dado cuenta del filón de negocio que tendrían en una promoción así. Ahí les dejo esta sugerencia, que para ellos puede ser un nicho de negocio y para los posibles clientes una necesidad atendida y ... una bendición.

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