martes, 21 de enero de 2014

Amiga, hermana

Hay personas que forman parte de tu vida y que son casi familia. Hoy una de esas personas está sufriendo. Y yo con ella. La quiero mucho. Es una especie de hermana mayor para mi. Es un día muy triste porque su padre ha muerto.

Mi corazón está encogido y mis ojos llenos de lágrimas. Mi mente está ocupada en recuerdos de mi niñez. Recuerdo a mi amiga cuidándome en el hospital, dándome mucho amor, tranquilizándome... Ella es enfermera y sabe cómo curar el cuerpo y el alma. También me acuerdo de ella en las aburridas tardes del pueblo en verano jugando conmigo, riendo conmigo... aguantándome, porque como toda niña pequeña, yo podía llegar a ser "muy plasta". Revivo el día que murió su madre. Lo sentí tanto...

No puedo olvidar cuándo se convirtió en mamá. Me impresionó mucho verla con su pequeñín. Observar su cara de preocupación porque el niño lloraba y no sabían cómo consolarle. Creo que fue en ese momento cuando empecé a vislumbrar lo que significa ser madre.

Los quehaceres diarios y el ritmo de la vida son culpables de que no nos veamos todo lo que queremos. Nuestras vidas están más distanciadas de lo que nos gustaría, pero siempre estamos ahí. Cuando hablamos, cuando quedamos es como si nos hubiésemos visto el día anterior, aunque haga meses o incluso años, desde la última vez. Y eso es porque el cariño está por encima de las medidas espacio-temporales.

Hoy lloraré con ella. Intentaré transmitirle todo mi amor y mi cariño, y reconfortarle aunque sea solo un poquito. Las palabras no son sólo palabras. Para mi son una forma de conseguir que los sentimientos cobren vida. Por eso he querido dedicarle este pequeño post en un día como hoy.

Hermana, te quiero, y hoy, más que nunca, quiero que lo sepas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario