jueves, 5 de junio de 2014

Con rulos y a lo loco

Las viejecitas son muchas veces una caja de sorpresa. ¿Quién podría imaginar que una octogenaria puede marcar tendencias de belleza? Desde luego, si la primera que se viene a la mente es la Duquesa de Alba, ya digo yo que nadie. Pero más allá de la aristócrata existen ancianitas muy glamurosas.

Siempre me han espeluznado las abuelitas que llevan el pelo malva. A más de una la han echado una espuma o un plis demasiado morado para evitar el amarilleamiento de las canas y lucen una cabellera que podría pasar por ser una peluca de carnaval. Sin embargo, hay que reconocer que todas las señoras que me he cruzado con semejante look lo lucían con una elegancia envidiable.

Ayer por la tarde me quité mentalmente el sombrero ante otra longeva fémina. Estaba sentada en una terraza tomándose una caña. Sus modernas gafas de sol la protegían de la poderosa luz del astro rey. Una sencilla camiseta negra y un discreto collar de perlas adornaban su busto. Desafiante, pero relajada, miraba hacia los viandantes y charlaba con sus acompañantes, dos varones ligeramente más jóvenes que ella. Hasta este punto, todo reflejaba una estampa bastante habitual y no especialmente llamativa o resaltable, pero es que... estaba con los rulos puestos. Eso sí, jamás había visto unos rulos mejor colocados y coordinados en cuanto a color y tamaño. Estaban perfectamente combinados en tonos morados y fucsia. Eran grandes por delante e iban disminuyendo hacia la nuca. Más que un instrumento para lograr la belleza capilar, en su cabeza estas pequeñas herramientas de peluquería mostraban todo su poderío como tocado. Si algún ojeador de pasarelas pasó por allí ayer, seguro que en la próxima edición de los grandes encuentros de moda y belleza los rulos, así dispuestos, tendrán un papel más que destacado y marcarán tendencia.

No me atreví a sacar el móvil y pedirle un selfie con ella, pero su imagen quedará en mi memoria para siempre. No digo más que mi ídolo de estilo y glamour ha dejado de ser mi adorada Audrey Hepburn. Ahora, su lugar lo ocupa esta anónima veterena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario