viernes, 14 de noviembre de 2014

Psicólogos a pie de calle

Esta semana llegó hasta mi una noticia que me hizo mucha gracia y que me ha hecho reflexionar estos días hasta que hoy he constatado categoricamente la revelación que realmente supone la idea que dio lugar a esa información.

Resulta que en Estocolmo, una empresa de taxis ha decidido ofrecer asesoramiento psicológico a cargo de profesionales a los clientes del servicio. El funcionamiento es el siguiente: el usuario contrata por internet un viaje con terapeuta. El conductor del taxi conduce, el cliente habla y el terapeuta escucha y hace su trabajo de asesor psicológico. De esta forma se aprovecha el tiempo y los recursos. La terapia es gratuita, es un servicio de valor añadido que distingue a la compañía, toda una idea de negocio, sobre todo teniendo en cuenta lo carísimos que son los taxis en Suecia, todo un artículo de lujo.

Después de reírme mucho con la historia, me he dado cuenta que, en realidad, esta empresa ha ido mucho más allá de una simple idea de negocio. Lo que ha hecho es abrir el camino para la profesionalización de los psicólogos... ¿cómo denominarlos?... ¿de barrio?, ¿cotidianos?, ¿urbanos?... no termino de dar con el término, la verdad, pero por ahí va la nomenclatura, prometo seguir pensando.

Me explico, ahora que estamos en tiempos de crisis y hay que reinventarse para poder trabajar y seguir pagando las facturas, ¿por qué no seguir la estela de esta idea sueca? (Además, eso es éxito seguro, que ya sabemos todos que los suecos son mu' listos, todo lo que hacen está bien y es un ejemplo a seguir. Sin acritud, ¿eh?). Pues eso, hasta ahora, peluqueras, esteticistas, tenderos y, por supuesto, camareros y conductores de taxis hacían las veces de psicoanalistas espontáneos y altruistas. Pero ha llegado el momento de ofrecer ese servicio con una visión económica, bien sea a través de cobrar el servicio, bien como forma de generar más tráfico de clientes con el reclamo de un trato diferenciado y personalizado.

El perfil de profesiones a las que se puede ligar esta prestación es casi infinito. Hoy mismo la revisora del metro ha ejercido conmigo después de una mañana horrible en la que he terminado poniendo una reclamación en un centro de especialidades médicas de la Comunidad de Madrid. Eso sí, propongo una diferencia con el modelo sueco. Creo que no se trata de unir un psicólogo al servicio que sea. Lo exitoso y eficaz es aprovechar la auténtica sabiduría y sensatez que da el curtirse en las profesiones que se desarrollan a pie de calle. Si además, tiene una formación en psicología, pues mejor aún. Yo lo veo con claridad: "Frutería Manoli. Oferta del día: 2x1 manzanas ecológicas y consejo psicológico" o "Bar Pepe. 1 café, 5 churros y soporte psicológico de nuestro personal por 2,50 euros".

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