jueves, 3 de abril de 2014

¿Familia vs trabajo?

Odio la expresión "conciliar vida personal y laboral". Semánticamente es correcta y sociológicamente también. Pero siempre me chirría porque no puedo evitar pensar que en realidad mi vida personal no está enfadada con mi vida laboral ni viceversa. Entonces... ¿qué necesidad hay de conciliarlas?

No se me ocurre otra manera de resumir en cinco palabras lo que realmente siento en este asunto. A lo mejor es que no existe otra forma. O quizás es que estoy empanada porque estoy física y mentalmente agota' de tratar de conciliar a mis vidas.

Mis padres son muy mayores y mis hijas bastante pequeñas. Estamos en pleno proceso de ITV's médicas. Vida familiar. Mis objetivos profesionales forman parte de mi. Vida laboral. ¿Qué hago? ¡¡Ahhhhgggg!! Sentirme mal por no ser una superwoman y llegar a todo con energía y buen humor. En fin, una hace lo que puede, y en la mayoría de los casos hasta creo que consigo "casar" todo con bastante dignidad y sonrisas.

Estos días he estado alejada del blog. He tenido que priorizar: o dormir o escribir. El sueño se impuso. Es posible que en los próximos días siga bastante desconectada de la hoja de papel digital. Pero eso no quiere decir que no esté trabajando. Como dice mi madre que, como ya he comentado en otras ocasiones, es muy sabia, "no hay mal que por bien no venga. Las anécdotas y escenas que estoy recogiendo estos días prometen post interesantes y divertidos. Para que no se me olvide nada voy con mi libretita siempre cerca, que no todo es digital en esta vida y para apuntar donde esté papel y boli que se quite la tecla del móvil.

¡Ah! y con la intención de entretener mi mente utilizo las interminables esperas de las consultas médicas en pensar en un término que resuma con menos acritud y más salero la relación de los asuntos familiares y los laborales. Por el momento no lo he conseguido, pero no pierdo la esperanza.


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